El cohete Starship de SpaceX, que debía rodear la Tierra y amerizar en el océano Índico, explotó este jueves poco después de que su séptimo vuelo de prueba despegara desde el sur de Texas.
La empresa dirigida por Elon Musk sufrió un inesperado revés cuando habían transcurrido poco menos de ocho minutos del lanzamiento y SpaceX perdió las comunicaciones con Starship. Tras ello, los comentaristas del lanzamiento confirmaron entonces que el vehículo se había “perdido”.
Al poco tiempo, el magnate publicó en su cuenta en la red social X un video de los escombros cayendo del cielo. “El éxito es incierto, pero el entretenimiento está garantizado”, expresó en el post.
En otra publicación, Musk explicó que los indicadores preliminares apuntaban a una fuga de oxígeno/combustible en la cavidad sobre el cortafuegos del motor que era lo suficientemente grande como para acumular una presión superior a la capacidad de ventilación.
“Nada hasta ahora sugiere postergar el próximo lanzamiento más allá del próximo mes”, afirmó.