La Hermandad Internacional de Camioneros (IBT) ha anunciado una huelga a nivel nacional en siete instalaciones de Amazon, justo antes de la temporada navideña. Esta acción, según el sindicato, es una respuesta directa a la negativa persistente de la compañía a cumplir con la legislación laboral y a negociar de buena fe con sus casi 10.000 empleados afiliados.
Sean M. O’Brien, presidente general de la IBT, ha señalado que la empresa ha tenido múltiples oportunidades para entablar un diálogo constructivo y mejorar las condiciones laborales de sus trabajadores, pero ha optado por ignorar sus demandas. O’Brien responsabiliza directamente a la «codicia insaciable» de los ejecutivos de Amazon por esta situación y asegura que la huelga es una consecuencia directa de sus acciones.
Los trabajadores de Amazon argumentan que la empresa ha llevado sus condiciones al límite y que esta huelga es un llamado de atención para que la compañía priorice el bienestar de sus empleados por encima de sus ganancias. Los sindicalistas han dejado claro que no están dispuestos a tolerar más abusos y que lucharán por sus derechos hasta obtener una solución justa.