Un nuevo proyecto de ley presentado por el representante estatal de Tennessee, Todd Warner, ha generado polémica. La propuesta busca modificar la forma en que el estado maneja a los inmigrantes indocumentados acusados de delitos menores, sugiriendo que sean enviados a ciudades santuario en lugar de ser deportados.
Warner argumenta que esta medida reduciría los costos para el estado, ya que la deportación es un proceso costoso, y que al enviar a los migrantes a ciudades santuario, se estaría trasladando la responsabilidad a otras jurisdicciones. Además, propone financiar esta iniciativa reteniendo parte de los impuestos a la gasolina que Tennessee envía al gobierno federal.
Sin embargo, la propuesta ha sido fuertemente criticada por organizaciones defensoras de los inmigrantes, quienes señalan que esta medida separaría a familias y penalizaría a personas que no han sido condenadas por delitos graves. Hannah Smalley, de Tennessee Justice for Our Neighbors, destaca que incluso los delitos menores pueden tener consecuencias significativas para los inmigrantes, y que esta propuesta solo exacerbaría su situación.
La propuesta de Warner ha generado un debate acalorado sobre la política migratoria en Tennessee. Los críticos argumentan que esta medida es inhumana y viola los derechos de los inmigrantes, mientras que los defensores aseguran que es una forma de reducir los costos para el estado y de responsabilizar a otras jurisdicciones por la inmigración ilegal.
