Robbie Woods, residente de Memphis, lleva años viviendo con el constante temor de que un vehículo se estrelle contra su hogar, ubicado cerca de la Interestatal 240. Desde que se mudó hace tres años y medio, ha sido testigo de al menos 15 accidentes, algunos de ellos con consecuencias fatales.
El último incidente ocurrió el pasado lunes, cuando una camioneta salió de la carretera y aterrizó en su patio trasero. A pesar del peligro constante, Woods se niega a abandonar su hogar. «Tengo 65 años, no me voy a mover más», afirma.
La casa de Woods, ubicada en Cummings Street, está separada de la carretera interestatal por una valla de alambre que, según la afectada, no ofrece una protección adecuada. Varios accidentes, incluyendo un choque de un Honda contra su vivienda y un accidente mortal de un adolescente, han dejado marcas visibles en su propiedad.
La frecuencia de estos incidentes ha generado un ambiente de miedo y ha afectado la calidad de vida de Woods y su familia. «Mis nietos ni siquiera pueden venir aquí a jugar», lamenta.
Ante esta situación, Woods ha pedido a las autoridades estatales y locales que construyan una barrera más resistente entre su casa y la carretera interestatal, con el objetivo de proteger su hogar y el de otros vecinos.
Hemos contactado al Departamento de Transporte de Tennessee para solicitar una declaración sobre este problema y las posibles soluciones.