Nashville, Tennessee.- Un jurado federal condenó ayer a Michael Kestner, un empresario de 72 años de Nashville, Tennessee, por defraudar aproximadamente $35 millones a programas federales de salud. El acusado, propietario de una red de clínicas del dolor llamada Pain MD en Tennessee, Carolina del Norte y Virginia, fue declarado culpable de facturar fraudulentamente inyecciones médicamente innecesarias durante ocho años.
Kestner, quien no es médico, presionaba al personal sanitario para administrar inyecciones a pacientes dependientes de opioides, amenazando con negarles su medicación si se negaban a recibirlas. Las clínicas facturaban estas inyecciones como procedimientos específicos de tendón, a pesar de que los pacientes no presentaban diagnósticos relacionados.
Pain MD se convirtió en el mayor facturador de este tipo de procedimientos a Medicare en todo el país, superando ocho veces al siguiente centro médico en la lista. Kestner fue declarado culpable de conspiración y fraude al sistema de salud, enfrentando una pena máxima de 10 años de prisión por cada cargo. Su sentencia está programada para el 27 de febrero de 2025.