En un giro trágico y sorprendente, una mujer de Las Vegas, Nevada, vivió una pesadilla que parecía sacada de una película. Esther Acosta, madre de dos niñas, recibió la devastadora noticia de que su esposo, Brandon Green, había fallecido en un accidente de tránsito. Sin embargo, días después, la policía le informó que se había producido un terrible error: su esposo no solo estaba vivo, sino que se encontraba hospitalizado recuperándose de sus heridas.
La confusión se originó en una identificación errónea por parte del médico forense. Acosta, quien ya había comenzado a procesar el duelo, se enfrentó a una nueva realidad aún más difícil de asimilar. El esposo que creía haber perdido para siempre, estaba luchando por su vida en un hospital cercano.
Green sufrió graves lesiones en el accidente, incluyendo una hemorragia cerebral, coágulos sanguíneos y fracturas. A pesar de la gravedad de sus heridas, ha logrado salir de cuidados intensivos y se encuentra en proceso de recuperación. Sin embargo, su camino hacia la recuperación será largo y difícil, con al menos dos meses más de hospitalización previstos.
Mientras tanto, la policía continúa buscando al conductor que causó el accidente y se dio a la fuga. Aunque han identificado el modelo del vehículo involucrado, aún no han podido localizar al responsable. Acosta ha expresado su indignación y ha exigido justicia para su esposo, quien ha sido víctima de un error médico y de un acto de irresponsabilidad al volante.
Este caso ha conmocionado a la comunidad de Las Vegas y ha generado un debate sobre la importancia de la precisión en los procedimientos forenses. Asimismo, ha puesto de manifiesto el dolor y la angustia que pueden sufrir las familias cuando se enfrentan a este tipo de situaciones.
