Holman, Alabama.- Derrick Dearman, un hombre de 36 años que se encontraba en el corredor de la muerte tras ser condenado por el asesinato de cinco personas, fue ejecutado mediante inyección letal en la prisión de Holman, Alabama. La ejecución se llevó a cabo a las 6:14 p.m., después de que Dearman decidiera retirar todas sus apelaciones y solicitara su condena.
En un emotivo último momento, Dearman se dirigió a los familiares de las víctimas presentes, expresando su arrepentimiento: “Perdónenme… Esto no es para mí, esto es para ustedes. He soportado tanto”. Sus últimas palabras fueron para su propia familia: “Ustedes ya saben que los amo”. La escena se tornó desgarradora cuando su padre, visiblemente afectado, lloró y gritó el nombre de su hijo tras el cierre de las cortinas.
Dearman se declaró culpable de los cargos en su contra y, en una carta dirigida al juez en abril, admitió: “Soy culpable”. Sin embargo, sus abogados argumentaron que su defensa durante el juicio fue insuficiente, alegando que no se presentó adecuadamente su enfermedad mental, que incluye un diagnóstico de trastorno bipolar con características psicóticas.
La Iniciativa de Justicia Igualitaria, que representó a Dearman, subrayó que su ejecución se dio a pesar de la evidencia que indicaba su grave estado mental. En el juicio, el tribunal escuchó que Dearman fue culpable de los brutales asesinatos que ocurrieron el 19 de agosto de 2016, cuando atacó con un hacha y un arma a las cinco víctimas, entre las que se encontraban parejas jóvenes que esperaban un bebé.
