Condado de Cocke, Tenn.- Una noche, mientras intentaban ponerse a salvo de la creciente amenaza del agua, Mike y Jean Obrist fueron arrastrados por la corriente junto con sus vehículos. Su hija, Maureen, logró escapar por poco de uno de los autos pero fue testigo impotente de cómo la inundación se llevaba a sus padres.
«Fue como una pared de agua que se precipitó sobre nosotros», recuerda Maureen, describiendo el terror de aquellos momentos. A pesar de sus esfuerzos por ayudar a sus padres y de sus desesperadas llamadas al 911, la fuerza de la naturaleza fue imparable.
La casa familiar, que había sido su hogar durante tantos años, quedó completamente destruida. La pérdida de sus padres y de su hogar ha dejado a Maureen sumida en una profunda tristeza y enfrentando un futuro incierto.
La comunidad ha respondido a esta tragedia con una ola de solidaridad. La Iglesia del Buen Pastor en Newport ha organizado una campaña de donaciones para ayudar a Maureen a superar esta difícil situación.
