Missouri.- Marcellus Williams fue ejecutado el martes debido a su condena por la muerte de la periodista Lisha Gayle. El imputado, de 55 años, fue condenado en 2001 por irrumpir en el hogar de Gayle en un suburbio de St. Louis y cometer un brutal asesinato durante un robo.
A pesar de las súplicas de la familia de la víctima y del fiscal del caso, Wesley Bell, quienes abogaron por la conmutación de la pena de muerte a una cadena perpetua, la ejecución se llevó a cabo sin interrupciones. La familia de Gayle había expresado su deseo de que Williams no fuese ejecutado, destacando la necesidad de una justicia más compasiva y reformada.
Desde hace varios años, los abogados de Williams han cuestionado el proceso judicial original, señalando irregularidades en la selección del jurado y en la presentación de pruebas. En este contexto, se presentó una petición de clemencia, apoyada por pruebas de ADN que podrían haber excluido a Williams como culpable del asesinato. Sin embargo, la Corte Suprema de Missouri decidió de manera unánime que no había evidencia suficiente para detener la ejecución, argumentando que no se presentaron pruebas claras y convincentes de su inocencia ni de errores constitucionales significativos en su juicio.
Durante sus últimos momentos, Williams fue acompañado por un consejero espiritual, con quien mantuvo una breve conversación. Su hijo, presente en una habitación cercana junto a dos abogados, fue el único familiar que estuvo allí para presenciar la ejecución. La escena final fue descrita por testigos que informaron que Williams mostró movimientos sutiles y asintió mientras se comunicaba con su consejero.
