Un incidente violento tuvo lugar en la entrada del Anexo de Entrenamiento Chapman de la base, cuando individuos desconocidos que viajaban en un sedán abrieron fuego contra los guardias de seguridad. Estos últimos respondieron al ataque, pero afortunadamente no hubo heridos dentro de la base.
Las autoridades locales, específicamente el Departamento de Policía de San Antonio, se encuentran a cargo de la investigación, clasificando el suceso como un «asalto agravado».
A pesar del incidente, la base aseguró que en ningún momento se vio comprometida la seguridad interna y que las operaciones se han reanudado con normalidad.