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sábado, noviembre 23, 2024

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Ex presidente Trump afirma que «podrá fin a la era de la inflación, caos y miseria»

El expresidente Donald Trump hizo una parada de campaña el miércoles en Asheville, Carolina del Norte, y dió a conocer un mensaje a los votantes sobre la economía de cara a noviembre.

El expresidente reveló un compromiso para combatir la inflación reduciendo a la mitad los precios de la energía, asegurando las fronteras de la inmigración ilegal, asi como restableciendo las cadenas de suministro en suelo estadounidense y reduciendo las cargas regulatorias sobre las empresas estadounidenses.

Según medios locales, Trump dijo a la audiencia que reduciría los costos de la energía a la mitad, restablecería la asequibilidad de las viviendas asegurando las fronteras y deportando a los inmigrantes indocumentados, además impondría aranceles del 10 al 20 por ciento a las importaciones de países a los que acusó de aprovecharse de Estados Unidos y pondría fin a los impuestos sobre las propinas y los ingresos del Seguro Social.

Trump ha criticado durante mucho tiempo las políticas energéticas de la administración Biden-Harris, diciendo que provocaron el aumento de la inflación que hizo que los precios subieran al ritmo más rápido en cuatro décadas.

“Tenemos que bajar los precios”, le dijo Trump a Elon durante una entrevista en vivo en X. “Sabes, cuando veo que el tocino cuesta cuatro o cinco veces más que hace unos años, cuando ves algunos de los productos alimenticios en las tiendas de comestibles, la gente lo sabe, no lo puede creer. Solían poder comprar un carrito entero, y hoy, mucha gente simplemente no tiene el dinero. Entran y no pueden comprar nada”.

Trump intentó vincular a la vicepresidenta Kamala Harris con los problemas económicos de la actual administración, especialmente la inflación galopante, señalando que ella fue una de las mayores animadoras de las políticas económicas de Biden y el voto decisivo para muchas de sus piezas legislativas clave.

El discurso se produjo mientras el candidato republicano enfrenta la presión de los miembros de su propio partido para suavizar sus ataques personales contra 
la vicepresidenta Harris y centrarse más en la política, con las elecciones a menos de tres meses de distancia.

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