San Juan, Puerto Rico.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha declarado oficialmente una emergencia en Puerto Rico tras el impacto de la tormenta tropical Ernesto. Esta medida permitirá un aumento significativo en la asistencia federal destinada a complementar los esfuerzos locales de respuesta a la emergencia, beneficiando a los 78 municipios de la isla.
La declaración emitida por la Casa Blanca el lunes autoriza la movilización de fondos y recursos humanos a través de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA). Según el comunicado, la asistencia de emergencia, bajo la Categoría B, se financiará con un 75% de fondos federales, facilitando así el alivio inmediato del impacto causado por el fenómeno meteorológico.
El presidente Biden ha ordenado al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y a FEMA coordinar los esfuerzos de socorro, con el fin de mitigar el sufrimiento causado por la tormenta y garantizar la seguridad de la población local. Esta acción es resultado de la solicitud del gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, quien confirmó en sus redes sociales la aprobación del apoyo federal.
“Este respaldo nos permitirá implementar medidas bajo el programa de Asistencia Pública, crucial para salvaguardar vidas y proteger la propiedad de nuestros ciudadanos”, expresó Pierluisi. “Nuestra prioridad es evaluar la situación y ofrecer la mejor respuesta posible para el bienestar de cada puertorriqueño”.
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Previo al impacto de la tormenta, Orlando Olivera, coordinador de FEMA en Puerto Rico, destacó que se priorizará la asistencia a instalaciones críticas, incluyendo hospitales y centros de diálisis. Personal de Estados Unidos ya está en la isla para llevar a cabo labores de respuesta inmediata.
FEMA también ha instado a la población a prepararse adecuadamente para la tormenta. «Es fundamental tener planes de emergencia y asegurar que todos los miembros de la familia, incluidas las mascotas, estén protegidos», indicó David Warrington, Administrador de la Región 2 de FEMA. Las recomendaciones incluyen actualizar los suministros de emergencia y prepararse para posibles cortes de electricidad.
A medida que la situación evoluciona, el gobierno de Puerto Rico habilitó 344 refugios en toda la isla, con capacidad para albergar a 41,000 personas. Sin embargo, la situación es preocupante, ya que casi 1 millón de clientes permanecían sin servicio eléctrico a las 6:30 de la mañana del miércoles.
La nueva declaración de emergencia se da en un contexto crítico, ya que el fondo de FEMA para desastres se enfrenta nuevamente a escasez de recursos económicos. Previo a la temporada de huracanes, se estima un déficit de $6,000 millones en septiembre, lo que podría frenar temporalmente el reembolso de fondos para la reconstrucción en Puerto Rico.
El Congreso está actualmente en receso hasta el 9 de septiembre, y se espera que se presente una solicitud suplementaria de $9,000 millones para atender la creciente necesidad de fondos en medio de desastres recurrentes.
