Confirmando los pronósticos, la favorita estadounidense Gabby Thomas se coronó como nueva campeona olímpica de 200 metros, este martes en París, evitando un doblete en la velocidad de la santalucense Julien Alfred.
Thomas entró ya en posición favorable a la salida de la curva e impuso su aceleración en la recta final para entrar en meta en 21 segundos y 83 centésimas, con Alfred segunda con 22.08 y la también estadounidense Brittany Brown como bronce con 22.20.
«Esto es un sentimiento increíble e indescriptible. No me podía haber ido mejor la carrera», se emocionó la nueva campeona. «He trabajado durísimo para conseguir esto, es el fruto de un plan en el que llevo trabajado desde hace seis años», señaló.
«Mi entrenador me dijo que tenía que ponerme en cabeza y terminar fuerte. Y es lo que hice. No sabía dónde estaban mis rivales, era como estar en un agujero negro, recuerdo solo el momento en el que pasé la meta», explicó.
La norteamericana salva así el honor del esprint femenino de su país, después de la derrota de su compatriota Sha’Carri Richardson en los 100 metros, donde fue plata detrás de Julien Alfred, campeona por sorpresa ese día.
Richardson no participó en estos 200 metros porque no logró clasificarse en el exigente Preolímpico estadounidense.
Tampoco tomó parte en esta prueba la vigente doble campeona mundial, la jamaicana Shericka Jackson, que renunció el domingo por su estado físico.
Unas semanas antes de los Juegos Olímpicos se había caído de la lista la también jamaicana Elaine Thompson-Herah, que en los dos anteriores Juegos Olímpicos había sellado los dobletes 100-200 metros.
El esprint jamaicano femenino ha quedado fuera de los podios de 100 y 200 metros, algo que no le ocurría desde Montreal-1976.
Casi por incomparecencia de gran parte de las mejores de la vuelta de pista, Gabby Thomas llegaba como principal favorita y la velocista de Atlanta, de 27 años y que tiene la mejor marca mundial del año con 21.78, no decepcionó.
Alfred no pudo sellar el doblete de la velocidad (100-200 metros), pero con su plata consiguió su segunda medalla olímpica y la segunda de la historia de Santa Lucía, que antes de sus éxitos en la pista violeta del Estadio de Francia nunca había subido a un podio olímpico.
Pese a no lograr un segundo oro en tres días, la joven revelación del esprint se mostró feliz.
«Son mis primeros Juegos Olímpicos y volveré con un oro y una plata. No podía pedir más», sonrió.
La británica Dina Asher-Smith se quedó en el cuarto lugar, en puertas de subir al podio. Sus únicas medallas olímpicas han sido en pruebas por relevos, con bronces con el ‘Team GB’ en los 4×100 metros tanto en Rio-2016 como en Tokio-2020.
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