MÉXICO.- Las exigencias de los cárteles de la droga en México están alcanzando a las mayores empresas del país, con organizaciones criminales que buscan controlar la venta, distribución y fijación de precios de productos específicos. Incluso los líderes empresariales más reconocidos y de alto rango no están a salvo de esta situación.
Recientemente, el presidente de la federación de cámaras de comercio del estado de Tamaulipas denunció la extorsión de los cárteles de la droga en la entidad, y horas después fue asesinado a tiros.
Además, la corporación Femsa, que opera la mayor cadena de tiendas de conveniencia de México, Oxxo, se vio obligada a cerrar sus 191 tiendas y siete gasolineras en Nuevo Laredo debido a problemas relacionados con la delincuencia.
Los cárteles de la droga han ampliado sus fuentes de ingresos extorsionando a empresas e incluso apoderándose de negocios legítimos. Controlan la venta de productos, manipulan precios y han llegado a controlar la producción de cultivos como el aguacate y el limón. Incluso han impuesto el pago por el uso de servicios como internet, amenazando con la violencia a quienes no cumplan.
Las medidas de seguridad que las empresas se ven obligadas a implementar representan un alto costo, con un porcentaje significativo de su presupuesto destinado a proteger a sus empleados y productos de los ataques de los cárteles.
Las autoridades mexicanas están trabajando para garantizar la seguridad de las empresas afectadas y permitirles reanudar sus operaciones en zonas controladas por los cárteles. Sin embargo, la situación sigue siendo preocupante y requiere una acción decidida para combatir la extorsión y la violencia de estas organizaciones criminales que amenazan la estabilidad económica y social de México.