El japonés Shinnosuke Oka dio la sorpresa este miércoles al hacerse con el oro en el concurso general de gimnasia de los Juegos de París-2024 destronando a su compatriota Daiki Hashimoto, vigente campeón mundial y triunfador en Tokio-2020, que terminó sexto tras una final por debajo de las expectativas.
En un emocionante desenlace que se decidió en el último momento, el joven Oka, de 20 años, acabó subiendo a la cima del podio del Arena Bercy de París, por delante de los gimnastas chinos Boheng Zhang, plata, y Ruoteng Xiao, bronce.
Muy sólido durante toda la final, Oka, que disputa sus primeros Juegos Olímpicos, asombró con un gran rendimiento en todos los aparatos, además de firmar una ejecución sobresaliente en las barras paralelas.
Pero su inesperado oro no se certificó hasta el último compás de una decisión que el chino Zhang, campeón del mundo en 2021 y líder en la clasificatoria, peleó hasta el final.
Último gimnasta en competir, su plaza en el podio dependía de la nota de su notable ejercicio en la barra fija. Y, con el Arena Bercy conteniendo la respiración, los jueces arruinaron las esperanzas de la hinchada china, que vio cómo el oro se le escapaba entre las manos a Zhang por apenas 0,233 puntos.
Este es el segundo triunfo que suma Oka en París, tras el triunfo por equipos que reconquistó Japón el lunes, y el cuarto título olímpico consecutivo para un gimnasta nipón en el concurso general individual.
«Estoy muy contento de haber ganado dos medallas», explicó después. «Pero hoy vimos a muchos gimnastas cometer errores. No pudieron estar en su mejor forma. Si todos hubieran estado en buenas condiciones, habría sido una mejor competición», reconoció.
– Decepción para Hashimoto –
La gran decepción de la tarde fue para su compañero de equipo, y actual referencia de la gimnasia masculina, Daiki Hashimoto, que en Tokio se había convertido en el ganador más joven del concurso individual en unos Juegos, con 19 años.
El vigente campeón del mundo llegaba a París con el objetivo de emular a su compatriota Kohei Uchimura, considerado uno de los mejores gimnastas masculinos de la historia, que en Rio-2016 había logrado revalidar el oro olímpico que traía de Londres-2012, convirtiéndose en el tercero que lo conseguía.
Pero la lesión que sufrió en un dedo de la mano en mayo complicó sus planes.
«No fue un camino fácil comparado con 2020», explicó este miércoles Hashimoto. «Pero todavía tengo potencial para ser campeón olímpico varias veces más, así que quiero creer en esa posibilidad y competir de nuevo», agregó.
La experiencia en París no ha sido plácida para él, que ni durante las clasificaciones -donde sorprendió quedándose fuera de la final de barra fija, de la que también llegaba como vigente olímpico- ni después en la final por equipos, logró mostrar su mejor nivel.
Pese a ello, reaccionó a tiempo y acabó liderando la remontada nipona para recuperar el oro perdido hace tres años a manos de los rusos -ausentes en París-, gracias a un sólido ejercicio en la barra fija, cuando toda la presión recaía sobre él.
Este miércoles, sin embargo, no fue posible. El bicampeón mundial comenzó bien en el suelo, pero después volvió a tener problemas en el caballo con arcos, y no consiguió brillar en los demás.
A un paso del podio se quedó el joven ucraniano Illia Kovtun, de 20 años, que terminó cuarto. El brasileño Diogo Soares, único gimnasta sudamericano clasificado para la final, fue 23º.
El jueves continúan las finales de gimnasia con la decisión del concurso individual femenino, donde Simone Biles luchará por recuperar su corona perdida en Tokio para sumar su segundo oro en París.
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