El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció este lunes un plan para reformar la Corte Suprema que conlleva limitar el mandato vitalicio de los magistrados e instaurar un código ético, un ambicioso proyecto en sus últimos meses de mandato, con pocas posibilidades de prosperar en el Congreso.
El mandatario, de 81 años, instó a una reforma constitucional para anular la reciente decisión que la Corte Suprema, dominada por una mayoría de jueces conservadores, adoptó con respecto a Donald Trump.
La máxima instancia judicial en Estados Unidos le concedió en julio una amplia inmunidad al expresidente republicano, que enfrenta varias causas judiciales y está en campaña para volver a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre.
La Casa Blanca indicó que tanto Biden, quien se retiró de la carrera presidencial por las dudas debido a su edad y estado de salud, como la vicepresidenta Kamala Harris, que se perfila como candidata de los demócratas, quieren trabajar con el Congreso en este plan, si bien tiene pocas posibilidades de ser aprobado en un legislativo profundamente dividido.
Antes de dirigirse este lunes a Austin, en Texas, donde pronunciará un discurso sobre esta iniciativa, Biden dijo a periodistas que el alto tribunal «necesita una reforma».
La Corte Suprema está compuesta por nueve jueces nombrados de por vida y actualmente tiene seis magistrados conservadores, tres de ellos nombrados por Trump, con la ratificación del Congreso.
El tribunal ha emitido otras sentencias polémicas, como la anulación en 2022 de la decisión de 1973 que permitía el derecho al aborto y además enfrenta un escándalo sobre la probidad de los jueces.
– Nadie por «encima de la ley» –
La demarcación del mandato de los jueces «busca limitar la posibilidad de que una presidencia imponga una influencia indebida en las generaciones futuras», indicó la Casa Blanca en un comunicado.
También pretende instaurar un código ético que sea «vinculante», similar al que se aplica a los jueces del circuito judicial federal.
En un artículo de opinión publicado en el diario Washington Post, Biden añadió que sus propuestas buscan reflejar que «nadie está por encima de la ley».
«Lo que está ocurriendo ahora no es normal, y socava la confianza del público en las decisiones del tribunal, incluidas las que afectan a las libertades personales», explicó el mandatario.
– Planes «muertos» –
Los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, declararon los planes de Biden para la Corte Suprema «muertos al llegar».
El presidente de la Cámara baja, Mike Johnson, dijo que la propuesta «inclinaría la balanza del poder y erosionaría no sólo el estado de derecho, sino la fe del pueblo estadounidense» en el sistema de justicia.
Steven Schwinn, experto en Derecho en la Universidad de Illinois de Chicago, explicó a la AFP que Biden tiene «casi cero» posibilidades de que su plan sea aprobado y que probablemente busca «sensibilizar a la opinión pública» y plantear el tema de la Corte Suprema como un asunto electoral.
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