Charlotte Douglas, Carolina del Norte – La rápida acción y los conocimientos médicos de una enfermera salvaron la vida de un hombre que sufrió un paro cardíaco en el aeropuerto internacional Charlotte Douglas el pasado 7 de junio.
Claire Cerbie, enfermera titulada con experiencia en cardiología, se encontraba en la sala de espera del aeropuerto a la espera de su vuelo cuando notó algo extraño en un hombre que aparentemente dormía en una silla. Al acercarse, Cerbie se percató de que los ronquidos del hombre no eran normales y que estaba inconsciente.
Sin dudarlo, Cerbie inició maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) y pidió ayuda a otros pasajeros. Con la colaboración de varias personas, lograron obtener un desfibrilador externo automático (DEA) y revivieron a Ken Jeffries, quien había dejado de respirar y no tenía pulso.
Jeffries fue trasladado de urgencia al hospital, donde los médicos le diagnosticaron un paro cardíaco y le realizaron un cateterismo de emergencia. Gracias a la intervención oportuna de Cerbie y los demás presentes, Jeffries pudo recibir la atención médica que necesitaba y se encuentra en recuperación.
El cardiólogo William Downey, quien atendió a Jeffries en el hospital, afirmó que sin la intervención inmediata de Cerbie y los demás, Jeffries no habría sobrevivido. «Menos del 10% de las personas que sufren un paro cardíaco fuera del hospital logran sobrevivir», explicó Downey. «La RCP inmediata puede duplicar o incluso triplicar las posibilidades de supervivencia».
Jeffries, quien no tenía antecedentes de problemas cardíacos, se siente profundamente agradecido con Cerbie y todos los que lo ayudaron a salvar su vida. «Es un milagro lo que sucedió», expresó Jeffries. «Estoy en deuda con ellos por siempre».
