A mucha gente le gusta comer ostras crudas y las barras de ostras crudas están proliferando en algunos de los restaurantes más de moda. Pero comer ostras crudas y otros mariscos que no estén bien cocidos puede exponerle al riesgo de contraer infecciones como la vibriosis.
La salsa picante y el zumo de limón no matan la bacteria. Beber alcohol mientras se consumen ostras tampoco la mata.
Solo cocinando adecuadamente las ostras, se pueden eliminar los gérmenes dañinos.