El Gobierno de Texas se encuentra en máxima alerta ante la inminente llegada de Beryl, un huracán que ha sembrado destrucción en su paso por el Caribe y ahora se aproxima a las costas texanas.
Se espera que Beryl, catalogado como un huracán de categoría 5 según la escala Saffir-Simpson, se fortalezca aún más en las cálidas aguas del Golfo de México mientras avanza hacia el estado sureño.
La División de Manejo de Emergencias de Texas (TDEM) ha elevado su nivel de respuesta de emergencia siguiendo las directrices del gobernador Greg Abbott, quien ha instado a la población a estar preparada para cualquier eventualidad. Actualmente, Beryl se encuentra a más de mil kilómetros de Brownsville, en la frontera con México, con vientos sostenidos de 115 km/h, clasificándose como tormenta tropical.
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«Texas está lista para movilizar todos los recursos a su disposición con el fin de proteger a sus ciudadanos frente al huracán Beryl», afirmó el gobernador Abbott en un comunicado oficial. Se han iniciado evacuaciones voluntarias en áreas costeras como Coastal Bend, que incluye Corpus Christi, mientras que otras regiones se preparan con medidas preventivas como la distribución de sacos de arena.
En el pasado, Texas ha enfrentado desafíos con huracanes que dejaron a su paso fuertes lluvias e inundaciones repentinas, como el devastador huracán Harvey en 2017. Ante este historial, se recuerda a los residentes y visitantes de las zonas costeras la importancia de tener un plan de emergencia, conocer las rutas de evacuación y mantenerse informados sobre las condiciones climáticas.
La ciudad de Brownsville y otras localidades han proporcionado sacos de arena a sus habitantes para protegerse de posibles inundaciones. Las autoridades continúan monitoreando de cerca la trayectoria de Beryl y están listas para actuar preventivamente en beneficio de la seguridad de todos.
