Un repartidor brasileño, calificado de héroe por ayudar a detener a un agresor armado con un cuchillo sospechoso de atacar a niños a la salida de un colegio irlandés, declaró el sábado a la AFP que actuó «como lo haría cualquier padre».
Una niña de cinco años sufrió heridas graves y permanece hospitalizada tras el ataque con arma blanca, que desencadenó la peor noche de disturbios en la capital irlandesa, Dublín, en casi dos décadas.
Las autoridades afirman que reportes no confirmados que circulaban por las redes sociales, según los cuales los apuñalamientos habían sido obra de un «inmigrante ilegal», acabaron por desencadenar los disturbios, en los que se quemaron vehículos y se saquearon tiendas.
Caio Benicio, que trabaja para la aplicación de comida a domicilio Deliveroo, utilizó el casco de su motocicleta para detener al agresor cuando presuntamente apuñalaba a tres niños y a una mujer.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, elogió a Benicio, de 43 años, y a otros transeúntes que intervinieron, calificándolos de «auténticos héroes irlandeses».
Pero Benicio -padre de un niño de 12 años y de una hija de 19- dijo que no se considera «un héroe», mientras volvía a visitar la escena del horrible ataque en Dublín.
«Soy padre. Tengo dos hijos. Creo que todos los padres harían lo mismo», afirmó respecto a su acción improvisada. «Es algo en lo que no piensas, (simplemente) actúas», destacó.
Benicio recibió agradecimientos de numerosas personas en la calle, que le estrecharon la mano y le felicitaron por su valentía.
El brasileño recibió la ayuda de un aprendiz de cocinero francés, que está en Dublín haciendo prácticas en un restaurante local desde octubre.
El estudiante de 17 años, que sufrió heridas leves en la mano y la cara, recibió el viernes una llamada telefónica de felicitación del presidente, Emmanuel Macron.
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