Un turista británico vivió un momento que estuvo a punto de convertirse en una situación de extremo riesgo. Durante sus vacaciones en Filipinas, agarró y manipuló con sus propias manos un pulpo de anillos azules, una de las especies marinas más venenosas del mundo.
A través de su perfil de Instagram, Andy McConnell compartió un primer video que rápidamente despertó distintas reacciones y mensajes de advertencia sobre el animal que aparecía en las imágenes.
«Tiene suerte de estar vivo», «Si no me equivoco, esta es una de las criaturas más venenosas que vive en el agua», «Hermano tiene el espíritu de Steve Irwin pero el sentido común de un guijarro», «Como australiano todo mi cuerpo se enfrió», «Toda Australia viendo esto 😳», «¡Tienes mi nominación para el premio Darwin 2025! Oh Dios mío», «Oh mi amigo… Hay mejores maneras de acercarse a Dios», comentaron quienes conocen la letalidad del veneno del octópodo.
Según el Instituto Australiano de Ciencias Marinas, el veneno de esta especie incluye tetrodotoxina, una sustancia de acción rápida que bloquea la transmisión nerviosa y es capaz de provocar parálisis severa en humanos.



