WASHINGTON D.C. – El presidente Donald Trump anunció este jueves que su administración intensificará la ofensiva contra los cárteles de la droga con operaciones terrestres, señalando que, aunque no necesita una declaración formal de guerra, informará al Congreso sobre los planes militares.
El anuncio se produce mientras las fuerzas armadas estadounidenses incrementan su presencia en el Caribe y el Pacífico, incluyendo el despliegue de destructores, aviones de combate F-35 y un submarino nuclear. Desde principios de septiembre, Estados Unidos ha ejecutado varios ataques contra presuntos narcotraficantes en la región, con un saldo de casi 40 muertes, algunos de ellos cerca de Venezuela.
Oficialmente, la operación se centra en el narcotráfico y los cárteles, pero Washington también ha vinculado al régimen de Nicolás Maduro con redes narcoterroristas para justificar una posible intervención. Trump confirmó recientemente que autorizó operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela y sugirió que la actividad estadounidense podría extenderse del mar al suelo.
El secretario de Guerra, Pete Hegseth, quien acompañó a Trump en el evento, defendió las operaciones. Hegseth también justificó la reciente repatriación de dos presuntos narcotraficantes colombianos y ecuatorianos que sobrevivieron a un ataque, comparando la práctica con las normas de rescate en zonas de conflicto.
En respuesta a la escalada militar, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió desde Caracas que si Estados Unidos interviene en su país, «la clase trabajadora se levantaría y se declararía una huelga insurreccional general en las calles hasta recuperar el poder», afirmando que «millones de hombres y mujeres con rifles marcharían por todo el país».



