El Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) informó con profundo pesar sobre la muerte de diez migrantes en una remota región de Panamá, cerca de la costa caribeña y la frontera con Colombia. Este trágico evento se produjo como consecuencia de una repentina crecida del río en las cercanías de la comunidad de Carreto, en la comarca indígena de Guna Yala.
De acuerdo con las declaraciones oficiales de Senafront, los cuerpos de los migrantes fueron encontrados en afluentes ribereños de la zona, donde la fuerza del agua inesperadamente arrastró a los viajeros.
“Los migrantes continúan exponiéndose a peligros inminentes al optar por rutas prohibidas en su búsqueda de mejores oportunidades. Este tipo de situaciones provoca accidentes fatales”, señaló el comunicado emitido por la institución.
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La policía fronteriza también subrayó que la delincuencia organizada transnacional, a través de cómplices locales en comunidades costeras del Caribe, sigue utilizando estos caminos no autorizados, poniendo en grave riesgo la vida de los migrantes que anhelan llegar a su destino.
Las autoridades no han revelado la nacionalidad de las víctimas ni han confirmado si habían cruzado el peligroso Tapón del Darién, que ha sido elogiado y criticado como un paso común para migrantes que aspiran a llegar a Estados Unidos. También se desconoce si los fallecidos llegaron por vía marítima.